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Los despidos son «inevitables» en Clarence House, la antigua residencia oficial del ahora rey Carlos III, confirmó este miércoles un portavoz, una decisión que se comunicó rápidamente tras su ascenso al trono, ganándose las críticas de un sindicato.
Decenas de miembros del personal de Clarence House recibieron ya su carta de despido, según el diario The Guardian. Un centenar de personas trabajaban en la residencia del antiguo príncipe de Gales, algunos desde hace décadas.
Los servicios del rey y de la reina consorte Camila se trasladarán al Palacio de Buckingham, residencia oficial de los monarcas en Londres. La predecesora de Carlos III, la reina Isabel II, falleció el jueves a los 96 años de edad.
«Tras la ascensión al trono la semana pasada, las operaciones de residencia del antiguo príncipe de Gales y de la antigua duquesa de Cornualles cesaron y, como exige la ley, comenzó un proceso de consulta», indicó Clarence House.
«Nuestro personal ha prestado un largo y leal servicio y, aunque algunos despidos son inevitables, trabajamos de urgencia para identificar funciones alternativas para el mayor número de empleados», indicó Clarence House a AFP.
El sindicato PCS condenó en un comunicado la «despiadada» decisión de anunciar despidos «en período de luto» por la muerte de Isabel II.
Los empleados de Clarence House no están representados por ningún sindicato reconocido, según The Guardian.
El rotativo explica que los servicios reales querían retrasar en un primer momento el anuncio hasta después del funeral de Isabel II previsto el 19 de septiembre, pero que, tras una consulta jurídica, decidieron hacerlo lo antes posible.
Todos los empleados despedidos recibirán indemnizaciones «mejoradas» y la medida entrará en vigor no antes de tres meses, según fuentes reales.