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Debutante en la Eurocopa, Georgia dio la gran sorpresa y se impuso 2-0 a Portugal, este miércoles en Gelsenkirchen, logrando el pase a octavos, en los que jugará ante España, mientras que el combinado luso, primero del grupo F, se enfrentará a Eslovenia.
Héroes de la gesta, Khvicha Kvaratskhelia (minuto 2) y Georges Mikautadze (de penal, 57) sacaron petróleo de la noche desgraciada de Antonio Silva, de 20 años de edad, que regaló el balón en el primer tanto y cometió la falta en el segundo.
Kvaratskhelia fue elegido mejor jugador del partido: «No hay un premio individual hoy, fue el equipo, probamos a todo el mundo que podemos jugar. Estamos contentos, pero mañana empezaremos a pensar en el próximo partido».
Cenicienta de la competencia, Georgia había sorprendido por su pujanza ante Turquía (derrota 3-1) y frente a la República Checa (1-1). Esta vez solo le valía ganar ante un equipo portugués que ya tenía atada la primera plaza.
«Empezamos con muy poca intensidad, a Georgia le hacía falta un gol rápido y lo consiguió. Luego lo intentamos pero su portero tuvo una actuación destacada. Su victoria es merecida», dijo con deportividad el seleccionador luso Roberto Martínez.
El plan le salió a la perfección a los georgianos. Prácticamente en la primera jugada Antonio Silva regaló un pase en el centro del campo, condujo Mikautadze y concluyó Kvaratskhelia.
Martínez había introducido ocho cambios con respecto al equipo que batió 3-0 a Turquía. No es lo mismo tener a Pepe, imperial a sus 41 años de edad en las dos primeras jornadas, que a Silva, traicionado por los nervios.
Tras el gol madrugador la fisionomía del partido quedaba completamente definida. Georgia juntaba líneas, muy ordenada y atenta para montar más contraataques.
A Portugal le tocaba armarse de paciencia en búsqueda permanente de Ronaldo, a la caza de marcar en su sexta Eurocopa -celebró en las cinco anteriores-.
La leyenda de los cinco Balones de Oro jugaba a sus 39 años de edad el 50º partido en la competencia desde que debutara en Portugal-2004. Dos años después disputó y perdió las semifinales del Mundial, también en Alemania, frente al actual seleccionador de Georgia, el francés Willy Sagnol.
Paternal con su tropa en el calentamiento, tuvo una primera ocasión en una falta a 30 metros (17). Puso el balón a 130 km/h pero el arquero del Valencia Giorgi Mamardashvili respondió con los puños.
Fue uno de los once disparos portugueses al final del primer tiempo, con 71% de la posesión, pero Georgia no sentía la presión.
Ronaldo, enfadado ya en la primera parte por un agarrón no señalado que le costó una amarilla, repitió gestos de frustración al inicio de la segunda, cuando un remate que iba a gol lo sacó un defensa con la espalda (47).
El dominio portugués se transformaba en un auténtico cerco al área georgiana. Especial mérito tuvo el vuelo salvador de Mamardashvili a un cañón de Diogo Dalot (54).
Pero todo cambió cuando el árbitro recibió una llamada para rebobinar esa acción. En el otro área Luka Lochoshvili había sido tocado por Silva y el VAR decidió que era penal.
Mikautadze ajustó al poste y marcó su tercer gol en la Eurocopa, de la que es el máximo realizador.
Con Georgia camino de la heroicidad, Martínez decidió que era el momento de dar descanso a Ronaldo, sustituido en el 65 por Gonçalo Ramos.
A Portugal le había salido mal la rotación de su efectivo, pero en octavos comienza la verdadera Eurocopa.